La obsesión por comer bajo en calorías es una tendencia que ha ganado popularidad en las últimas décadas, en gran parte debido a la creciente conciencia sobre la importancia de mantener un peso corporal saludable y prevenir la obesidad. Sin embargo, esta obsesión puede tener consecuencias negativas para la salud física y mental de las personas. En esta obsesión se termina siendo presa de las tramas publicitarias de ciertos productos que se muestran como saludables, cuando lo único que hacen es subir nuestros niveles de ansiedad por la comida, llevándonos a consumir más de estos productos, que al final enferman nuestro cuerpo, sin poder llegar al peso anhelado. Aquí te damos una lista de algunos de los productos que se muestran como saludables y no lo son.

Jugos de frutas comerciales: los zumos de frutas comerciales a menudo están cargados de azúcar y carecen de fibra. Es preferible comer frutas enteras.
Cereales de desayuno “saludables”: Muchos cereales etiquetados como “saludables” pueden contener altos niveles de azúcar y bajo contenido de fibra. Lee las etiquetas nutricionales y busca opciones con granos enteros y menos azúcar.

Yogures con sabor y /o light: Los yogures aromatizados suelen contener azúcar añadido. Opta por yogures griegos sin azúcar y añade frutas frescas para endulzar de forma natural.
Barras de granola comerciales: A pesar de su reputación saludable, muchas barras de granola contienen azúcar y grasas saturadas.

Palomitas de maíz de microondas con sabor a mantequilla: Las palomitas de maíz de microondas pueden contener grasas trans y sodio en exceso. Preferible que compres un maíz orgánico y las preparas en una olla en tu casa, no tardan más de un minuto en estar listas.
Bebidas deportivas: A menudo se consideran una bebida saludable, pero las bebidas deportivas suelen tener azúcar añadido y calorías vacías, químico y demás. Agua y sales marinas son generalmente mejores para la hidratación.
Bebidas de café con saborizantes y azúcar: Las bebidas de café con saborizantes suelen contener muchas calorías y azúcar.
Recuerda: Lee las etiquetas de los alimentos, controla las porciones y busca opciones menos procesadas siempre que sea posible.





