Más de 1.000 jóvenes oraron y adoraron a Dios por varios días en iglesia de Georgia, USA

Más de mil jóvenes se rindieron su vida a Dios en una reunión que duró varios días y que está trayendo esperanza sobre los distintos puntos del despertar espiritual que ha surgido en EE.UU.

La Iglesia Bautista New Hope de Fayetteville en el campus norte de sus instalaciones en Georgia reunieron a unos 1.300 jóvenes de 17 congregaciones diferentes con la misión de rendirse ante la presencia de Dios y por medio de alabanzas y oración adorarle, además de comprometerse a vivir una vida para Cristo.

Bajo el título “Discípulos ahora”, los jóvenes de distintas edades vivieron grandes experiencias por tres días seguidos, siendo ésta la reunión más grande del condado de Fayett en cuanto a ministerios juveniles.

Los días estuvieron cargados de estudios bíblicos dirigidos por estudiantes universitarios y para los eventos masivos tuvieron oradores y varias bandas de adoración reconocidos a nivel nacional.

Según el pastor de New Hope, Rhys Stenner, los jóvenes estaban expectantes de lo que Dios haría en esas reuniones, por lo que se mostraban llenos de emoción por lo que iba a acontecer; asimismo expresó que Dios mismo preparó el ambiente y los corazones para una receptividad como nunca antes.

«Suavizó y preparó los corazones. Es la reunión como un tiempo increíble de adoración desde el primer servicio hasta el último con unidad entre las iglesias», contó.

La audiencia de jóvenes ha aumentado desde que comenzó la pandemia, registrando un asistencia mucho más grande en este tipo de reuniones; esta vez al pastor se sorprendió al ver en el culto del domingo a más de 300 jóvenes y a otros más bautizándose.

«El tremendo espíritu de alabanza esa mañana estuvo por encima de lo habitual a pesar de un terrible diluvio de clima esa mañana. No hubo disminución del entusiasmo, y probablemente el más alegre que tuvimos el domingo por la mañana», contó.

Tanto el pastor como la congregación esperan que los jóvenes permanezcan en unidad y que sean de testimonio sobre lo que ha hecho Dios en sus vidas y corazones, pues el alcance que ha tenido la iglesia con los jóvenes no lo habían logrado antes.

El pastor Stenner expresó que había un espíritu genuino estaba sobre ellos en esos días, «Había un espíritu de devoción y alabanza que fue sorprendente y digno de mención. Siempre es un buen evento, pero hubo un notable sentido de reverencia», dijo Stenner.

«En la última noche, nadie parecía querer irse. Él es el mismo Dios», finalizó.