Las reacciones de la gente en contra de Israel están a menudo basadas en la ignorancia por una parte y por otra en la influencia de un mundo espiritual contrario a YUVH. Israel se ha convertido en un foco de atención a nivel mundial, y desafortunadamente la mayoría de las naciones se han alineado en contra de ella y de sus intereses, y se han puesto a favor de los palestinos y de sus ambiciosas pretensiones. Más del 90 por ciento de las resoluciones de la ONU en un ano están encaminadas a condenar a Israel y de favorecer los intereses palestinos.
Israel aparece ante la opinión pública como una nación opresora y ocupacionista, que habita una tierra que no les pertenece y por esto se les exige que regresen a los límites que tenían antes de la guerra del 67 o “guerra de los 6 días”.
Los judíos y los cristianos somos los únicos que estamos en capacidad de comprender la realidad de todo este conflicto, o por así decirlo, la verdad oculta. Y todo porque tanto los unos como los otros tenemos nuestro fundamento en el libro de los libros, la sagrada biblia, porque es en la biblia que se nos asegura que es a Israel que le pertenece esa tierra. En Génesis 3:14 Elohim le dice a Abraham…”levanta ahora tus ojos y mira desde el lugar donde estas hacia el norte, hacia el sur, hacia el oriente y hacia el occidente, porque toda la tierra que ves te la daré a ti y tu descendencia para siempre…levántate y ve por la tierra a lo largo y a lo ancho de ella porque a ti te la daré. Es más, la promesa que YHVH pronuncio de darles esa tierra es hecha bajo juramento cuando El pasa por en medio de los animales divididos según se acostumbraba sellar los pactos en esa época (Génesis 15:17-18).
Que los incrédulos estén en contra de la voluntad de YHVH es entendible, ya que ellos no comprenden las cosas del Eterno porque estas se han de discernir espiritualmente. Por esto la mayoría de las naciones están en contra de Israel. Pero que uno que se llame cristiano se identifique con la causa palestina en el reclamo de la tierra, se debe a una ignorancia total de las sagradas escrituras, o a que se está oprimido por los demonios, o que se es cristiano pero solo de nombre. El espíritu que alimenta el antisemitismo en el mundo es el espíritu de las tinieblas.
Por último concluimos diciendo que hay una promesa de bendición y prosperidad cuando nos identificamos con la causa del Señor respecto de la tierra de Israel. Dice en Salmo 122:6… “Pedid por la paz de Jerusalén, y sean prosperados los que la aman” .
BENDICE SEÑOR A ISRAEL Y DEFIENDELA DE SUS ENEMIGOS!!!
