¿Te acuerdas de Judas Iscariote? Alguna vez fue considerado un apóstol de Jesús, pero pronto se revelaron sus verdaderos motivos. Cuando traicionó a Jesús, se demostró que estaba más interesado en lo que podía ganar de Jesús que en cómo podía servirle. El amor de judas era el dinero, tenía una intención financiera detrás de traicionar a Jesús (ver Mateo 26: 14-15).

Lamentablemente, todavía hay muchos Judas Iscariote dentro de la iglesia y fuera de ella. Hoy en día, personas que se desempeñan como seguidores de Cristo e incluso pueden ser muy activos y hábiles en el “cristianismo”, y sin embargo, sus motivos son puramente para obtener ganancias materiales en lugar de ganancias espirituales.

Las razones o motivos que nos pueden llevar a ser un Judas surgen en el hecho de que podemos parecer cristianos seguidores de Cristo, cuando en realidad no lo somos, el punto esta en nacer de nuevo, no hablo de hacer la oración de fe, para luego decir o pensar que eres cristiano.

Nacer de nuevo implica un verdadero arrepentimiento, lo que nos lleva a un cambio de vida, el cual es fruto de la obra del Espíritu Santo que llega a morar en nosotros, es decir, que en tu vida comienzan a suceder unos cambios que tu solo no podrías hacer, los cambios espirituales no son una obra humana, son una obra del Espíritu Santo de Dios. Esta es la característica de un hijo de Dios, por aquí comienza todo.

Ahora si tienes mas características de Judas que de un hijo de Dios y en realidad deseas cambiar tu vida y que Dios y su reino sea tu verdadera motivación no tus deseos egoístas o lo que puedas conseguir en la iglesia de Dios,  comienza a clamar por la mano de El en tu vida, para que llegue un verdadero arrepentimiento, nazcas de nuevo, viviendo en armonía con Dios y la humanidad.

Romanos 10:9 – Efesios 1:13 – 1 Corintios 3:16 – 1 Corintios 6:19 Mateo 10:8