El desánimo puede sonar lo suficientemente inofensivo, pero no subestimes su poder.
Permítanme sugerir nueve consejos específicos:
1 Mira dentro.
Examínese para encontrar las causas que están ocultas.
2 Admita que está desanimado.
Esto es algo que es fácil de evitar, ignorar o mentir, pero la negación no te ayuda a crecer.
3 Identifique con precisión lo que le desanima.
Identifique con precisión lo que le desanima. Nómbralo, luego enfréntalo.
4 Recordemos la naturaleza del desánimo.
Las decepciones irán y vendrán, pero el desánimo es una respuesta, y podemos responder de otras maneras.
5 Comience a meditar frecuentemente en las Escrituras.
La verdad de Dios puede ayudarte a evaluar con precisión lo que sientes.
6 Lleva tu área de desánimo a Dios en oración.
Pídale que le revele lo que quiere enseñarle en esta área de su vida.
7 Concéntrate en el Señor, no en tu situación.
Pídale que lo ayude a ver esta decepción y sus lecciones desde su perspectiva.
8 Vea la causa como viniendo del Señor.
Si entendemos que Él permite decepciones, podemos encontrar significado en los problemas.
9 Confiesa tres cosas: el Padre está conmigo en el dolor; Él tiene el control de mi vida y lo ha permitido por una razón; Él es un buen Dios, que no permitirá que esta decepción sea en vano.
Intenta decir estas verdades en voz alta.