Desde que llegué a los Estados Unidos, la sandía se ha convertido en una de mis frutas predilectas, especialmente porque es la reina del verano y un infaltable en las celebraciones del 4 de julio. Si quieres saber cómo escoger la sandía dulce y perfecta, aquí te enseñamos cómo hacerlo.
Determinar si una sandía está lista para abrir puede ser todo un arte! Aquí te doy las señales clave que indican que una sandía está madura y lista para ser disfrutada:
- La “mancha de campo” o mancha amarilla: Este es uno de los indicadores más fiables. Busca una mancha grande y de color amarillo cremoso o anaranjado en la parte inferior de la sandía, donde estuvo en contacto con el suelo. Si la mancha es blanca o de un verde muy claro, significa que fue cosechada demasiado pronto y no maduró lo suficiente.

El sonido al golpearla: Este es un método muy popular. Golpea suavemente la sandía con los nudillos.
Una sandía madura y jugosa debería producir un sonido sordo, profundo y hueco.
Si suena un “ping” más agudo o un sonido apagado, es probable que no esté madura o que esté demasiado madura.
El peso: Una sandía madura debe sentirse pesada para su tamaño. Esto se debe a su alto contenido de agua. Si la sientes ligera para lo grande que es, podría estar seca por dentro.
El tallo o zarcillo:
Si la sandía aún está en la planta, el zarcillo (la pequeña ramita rizada que sale del tallo principal cerca de la sandía) debe estar seco y marrón. Si está verde, es probable que la sandía todavía esté inmadura.
El propio tallo que une la sandía a la planta también debe empezar a secarse y ponerse marrón.

Apariencia de la cáscara:
La cáscara debe ser de un verde intenso y opaco, no brillante. Una cáscara brillante puede indicar que no está completamente madura.
Busca cicatrices o “telas de araña” marrones en la cáscara. Estas pequeñas imperfecciones pueden indicar un mayor contenido de azúcar y una sandía más dulce, ya que son el resultado de la polinización.
