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domingo, septiembre 21, 2025
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    EL INTERCAMBIO

     Antes creía que esas cosas eran valiosas, pero ahora considero que no tienen ningún valor debido a lo que Cristo ha hecho. Así es, todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo. Filipenses 3:7-8 (NTV)

    Como estudiante universitario, recuerdo haber discutido este pasaje con un amigo. Estábamos de descanso, dando un paseo por el campus en el centro de Columbia, SC, donde finalmente terminamos en los escalones del Capitolio estatal. Mientras estábamos sentados y hablábamos, estas palabras de Pablo, escritas desde una prisión romana, surgieron en nuestra conversación y empezaron a resonar realmente en mí y a desafiarme.

    Pablo, quien escribió gran parte del Nuevo Testamento, acababa de relegar cualquier cosa que para él fuera ganancia (estatus, títulos, logros, posesiones) a la categoría de basura en comparación con conocer a Cristo. Luego continúa diciendo que considera todo una pérdida en comparación con conocer a Cristo. ¡Wow! Pablo no era un marginado social. Era reverenciado y respetado entre la élite hebrea y tenía mucho en su columna de “ganancias”. Para Pablo, todo eso cambió un día en el camino a Damasco. Empecé a pensar en el valor que Pablo le atribuía a conocer a Cristo en comparación con su vida anterior, y me pregunté: ¿cómo se alineaba mi relación con Cristo con los elementos principales de mi lista de “ganancias”?

    Una autora y oradora, al hablar de su conversión a Cristo, a menudo desafía a su audiencia con las siguientes palabras: El Evangelio (la Buena Noticia de Cristo) viene a cambio de la vida que amamos, no como un añadido a ella.

    ¿Es Cristo simplemente un añadido a todo lo que está pasando en mi vida, o es la única cosa, tan valiosa, que determina el curso y el contenido de todo lo demás en mi vida?

    APLICACIÓN: Haz una pausa y quédate quieto momentáneamente para escuchar la voz de Jesús. Pregúntale: Jesús, ¿qué en mi vida está compitiendo contigo o me está distrayendo de conocerte?

    ORACIÓN: Jesús, gracias por el regalo de la vida eterna que viene por la fe al confiar en Ti. Por Tu gracia, ayúdame a intercambiar mis ganancias por el valor supremo de que nada es mejor que conocerte. Amén.

    Si quieres leer mas de estos devocionales, entra al siguiente link:

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